domingo, 31 de julio de 2016

QUE VUELVA EL PABELLÓN.

Acabaron hasta con las caraotas. Y si por casualidad aun estás comiendo de esas, puedes sentirte privilegiado entre millones que antes comúnmente las comían y que hoy son solo un grato recuerdo de lo que fueron aquellos momentos de bonanza. Los venezolanos más perjudicados desearían poder cambiar las colas kilométricas que hacen para poder obtener apenas migajas que silencian el hambre, por uno de esos jugosos PABELLONES en los que participan los enchufados y sus allegados. Si, ¿Quien no cambiaría las migaja armados con las uñas por un  jugoso PABELLÓN? hasta el más tonto sabe lo jugoso que son, y si escuchas las voces de los más cuerdos, oirás la famosa frase: "Antes al menos había para todos, ahora solo para ellos"

No pasa un día en que los desastres corruptivos del tren ministerial intergaláctico salgan a la luz publica. Ya en la etapa final de la llamada REVOLUCIÓN, las brazadas de los ahogados no dan ni para pedir auxilio mientras que los venezolanos son testigos silencioso de como al igual que las moscas envenenadas, van cayendo estruendosamente uno a uno. Aunque en el interior de cada uno de nosotros el deseo por la caída de la mosca reina no de engordarse. También a esa le llegará el turno, y como juró uno por ahí hace apenas unos días atrás "Los representantes de un pasado horroroso que prontico solo serán un mal recuerdo" llegarán a su fin.

Solo dejaron a su paso Muerte, destrucción y corrupción. Ni un solo centavo del devaluado y golpeado Bolívar se divisa por los lugares donde antes se acostumbraba ver millones disponibles. Todo se lo llevaron dejando solo el recuerdo de aquella Venezuela que alardeaba de sus riquezas. La Venezuela que el mundo entero conoció por ser un paraíso para la prosperidad hoy no es más que un montón de escombros en donde su noble pueblo escarba con las uñas en la búsqueda de algunas miscelaneas que se puedan usar. O en algunos casos Comer.  

Obviamente que cambiaríamos las migajas que ellos mismos armaron para el pueblo por uno de los PABELLONES que se están comiendo. ¡Bien sabroso que son! así como los lujos de las hijas del Galáctico, o los despilfarros ministeriales que lucen a todo dar, sobre todo en ropa, calzado, seguridad, casitas humildes por todos lados, carros, etc. ¡Tu sabes, El Pabellón que se comen! ¿No les gustaría hincar el diente en una tajada de esas? ¿A quien no? ¡y devolverles una cucharada de su migaja! Y no dejamos de escuchar las frases que hoy son más una cantaletas ruidosa en los oídos de estos guiseros: "En la 4ta había comida" Se les pone la piel de gallina cuando lo escuchan. Se les retuerce el pescuezo cuando se dan cuenta que están acorralados como ratas y que no les queda más esquivar los escobazos de la vieja dueña de casa intentando acabar con la peste, pero solo será por un ratico. Hasta que la vieja afine la puntería y acierte el escobazo que los aplaste. Entonces llegarán los hijos de la vieja, bien obedientes, con una bolsa en la mano y un periódico arrugado y viejo en la otra para recoger el cadáver aplastado de la plaga y lanzarlo a la basura para nunca más tener que lidiar que ella. Veremos a los obedientes de la vieja echando veneno por las esquinas para espantar a las ratas y evitar que vuelvan a entrar en casa y arruinen todo. Veremos que los hijos obedientes transmitirán los conocimientos de generación en generación y que los hijos de los hijos de la vieja también seguirán echando veneno en las esquinas. Ya no les gusta la migaja.. Solo les gusta EL PABELLÓN. Ese mismo que antes era para todos. QUE VUELVA EL PABELLÓN a nuestras mesas.