martes, 24 de mayo de 2016

Una Despedida CON DOLOR

Descendí del avión a toda prisa, no soportaba el encierro de la cabina. pocas  horas de viajes fueron suficiente para poner mi cabeza a dar vueltas por un buen rato, sentía que el estomago brincaba dentro de mi abdomen. Bienvenidos a Panamá, Juraba el letrero de en la entrada del aeropuerto, El sol era radiante y a duras penas se podía leer resto. Apenas unos 15 minutos en aquel húmedo y pegajoso clima bastaron para hacerme extrañar la Frescura de mi amada Caracas, Supe desde ese momento que todo sería más difícil de lo que había imaginado.

Entre a la recepción y vi un pequeño puesto donde se vendía café. No me vendría mal uno para espantar el malestar ocasionado por el vuelo, Pensé a mis adentros. Me acerque y amablemente pedí uno pequeño. La Señora que atendía lo sirvió y lo puso sobre el pequeño mesón de vidrio, Dijo con voz imponente: "Un Dolar". Miré el café detenidamente por unos segundos mientras hacía el calculo veloz en mi mente: 1$ X 1100 Bs. Levante la mirada del café y clave mis ojos en el rostro Bronceado de la señora: 

Yo - ¿No cree usted que es un poco caro? 
Señora - ¡Si no te gusta puedes comprarlo en otro lugar! ¡Aquí vendemos el más económico que hay!

Volví a mirar el café por unos segundos más, luego metí mi mano en el bolsillo y pague con unas monedas locales que me había regalado mi mejor amigo en Venezuela, las había llevado hace un par de años cuando estuvo de vacaciones en este país. "Un Balboa" así lo denominan y su valor es el mismo de un dolar americano. 

Luego de tomar el café, que, ni por lo codo le llega a un buen café de mi tierra, me dirigí a tomar mi equipaje. No vi muchas caras conocidas, contrario a lo que había pensado cuando llegue. Salí del aeropuerto y no supe como tomar un taxi, Trabajan por sectores y ninguno quiso llevarme hasta un hotel o posada para pasar la noche. En Caracas hasta le hubiese recordado la madre al taxista por lo caro de la carrera, aquí, Cuando por fin pude conseguir uno, no sabía si estaba pagando lo justo. Mire el reloj, apenas media hora de haber llegado. ¡Como te extraño Venezuela! pensé en Voz alta. LAS MARAVILLAS DE MI TIERRA SON INIGUALABLES pero luego recordé cual era el motivo de este viaje: Mis Hijos, Mi esposa, una mejor forma de vida. La Venezuela Prospera y de oportunidades que había conocido desde pequeño, se había esfumado tan rápido que apenas pude recolectar algo dinero en venta de mis artículos de hogar, que recuerdo haber comprado con mucho sacrificio y esfuerzo, Pidiendo Prestado, Jugando SAN, Con las Utilidades. pero nada, la ceguera mental de la gente hizo que todo aquello por lo que había luchado, desapareciera en un abrir y cerrar de Ojos. ¿Por que no Escuchamos las advertencias? ¡Si tan solo pudiéramos retroceder el tiempo! Ya es tarde, solo quedan las migajas de lo que algunos con más poder que otros dejan caer al suelo, algunos ni siquiera tienen la oportunidad de alcanzarlas, El dinero no vale nada, Los principios pasaron a estar en un 5to plano y la ley del más fuerte prevalece. Pareciera que retrocedimos a la era de los reyes y las comarcas. El que no paga sus impuestos muere en la mazmorra y el que critica al rey es condenado a la soga.  Ya no sé si estar aquí sea mas una condena que un nuevo comienzo. Esperemos que Dios se apiade de mí... ¡Aquí Vamos!